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martes, 18 de agosto de 2020

La vanidad, una fantasía moderna

 Una persona vanidosa invierte gran parte de su tiempo buscando la forma de verse ¨preciosa frente al espejo¨.  Y esto no significa que no hay que mejorar la apariencia personal ¡Claro que si! Pero, si usted es una persona que sólo le importa la belleza de su cuerpo, entonces, si tiene un problema grave.

Una persona que sale de su casa desaliñada -sea hombre o mujer- no está bien. Hay que dedicar un tiempo diariamente al arreglo personal, pero, sin exageraciones. Cuando la persona no se acepta como vino al mundo y trata por todos los medios de cambiar el color de la piel o de cambiar su cuerpo natural por medio de cirugías, exceso de maquillajes, dietas engañosas o fórmulas ¨mágicas¨ vistas en internet, las consecuencias serán negativas.

Primero debe entender que la belleza más importante es la del ¨ser interior¨. Cuando una persona comienza a practicar la Fe Cristiana y los valores morales, tales como la solidaridad, la bondad, honestidad, unidad familiar, responsabilidad, puntualidad y a trabajar día a día o mantenerse ocupada en algo constructivo, tenga la seguridad de que empezará a ver la vida de otra manera, a valorar todo lo que tiene y a aceptarse como es. Limpiar y purificar la parte espiritual, convierte a la persona en un ser más satisfecho con su realidad y menos superficial.

La vanidad impulsa a las personas a buscar dinero de forma fácil, a comprar lo más caro para presumir, buscan siempre lo mejor para ellos sin importarles con los demás; son mezquinos, egocéntricos y no escuchan ningún consejo que vaya en contra de su fantasía.

Por lo general, esta gente no busca la verdadera superación; más bien pretenden alcanzar los éxitos de manera fácil y sin esfuerzo. No le dan valor a los principios morales ni cristianos, y son capaces de avasallar a los demás en beneficio de sus intereses. Cuando consiguen un empleo ya sea sencillo o como profesionales, jamás piensa en trabajar duro, ser puntuales, responsables y eficientes; sino más bien, observan cualquier oportunidad que haya para obtener todo fácil como hace la gente que engaña a otros; la diferencia aquí es que ellos mismos se están engañado, en otras palabras, marchan por un camino que los conducirá a un final negativo y a una vejez de frustración e infelicidad.

El mejor consejo: ¨Aprenda a aceptarse como es en realidad, sea considerado con los demás, ame a su familia, trabaje duro y dedíquele un tiempo a Dios¨.

 

Por: Eric Aragón

 

sábado, 27 de junio de 2020

Sabiduría

Si la acumulación de conocimientos y títulos universitarios por si solos proporcionaran sabiduría, nuestro mundo sería mejor. No obstante, es todo lo opuesto, cuánto más preparación académica tienen las personas, más alarde hacen de torpeza y falta de capacidad para resolver los problemas.

Entiéndase la sabiduría como un don o habilidad para percibir, entender y aprender de todo lo que nos rodea. Es una habilidad que se nace con ella o se adquiere a través de la preparación académica y la experiencia que nos dan los años de vida.

Es por ello que vemos gente muy preparada académicamente que no resuelven ningún problema, ni siquiera saben escuchar a los demás; y por otra parte, observamos personas comunes con poca preparación que saben tomar las mejores decisiones en la vida.

El mundo está lleno de gente con muchos títulos: engreídos, prepotentes, que creen que son más inteligentes que los demás… ¡Viven en una burbuja dónde sólo existen ellos! ¡El techo se les viene encima y no se dan cuenta! ¡Se estrellan tanto con la misma roca, que no podrían vivir sin ella -la roca!

No vamos a ir en contra de la corriente. Si esta gente con los años que tienen de trabajar y los títulos que poseen, no han adquirido ¨sabiduría¨, es muy difícil que ahora a una edad mediana comprendan lo que es sabiduría -ni siquiera les interesa- y si la consiguen es un ¨milagro de Dios¨.

La única solución es que le pidan a Dios, mediante una oración de Fe, un cambio de vida y sabiduría; así podrán entender porque en lugar de solucionar los problemas, lo que hacen es enredarlos más.

¨También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande:
una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes;
y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre.
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras¨.              

Fuente: Libro de Eclesiastés, cap.9, verso 13-16                           


Por: Eric Aragón


domingo, 7 de junio de 2020

REGRESAR AL ¨VIEJO SENDERO¨

Gran parte de esta nueva generación está convencida de que lo saben todo, y que aquello que hacen es lo correcto en estos tiempos modernos. Este pensamiento explica, el porqué, cuando un maestro, abuelo o adulto les da un consejo, tienden a menospreciarlo.

Aún persiste la idea equivocada, de que todo lo moderno (tiempos actuales) es mejor que aquella época que vivieron nuestros abuelos.

Utilizar una falda por debajo de la rodilla, hablar correctamente, leer buenos libros, aprender a cocinar, arreglar la cama al levantarse, respetar a los adultos, estar ocupado siempre, rezar, no entregarse las jóvenes antes del matrimonio, comunicar siempre para dónde se va, no escuchar canciones vulgares, ni mostrar el cuerpo (en el caso de las damas) y otros consejos, están según la gente de esta generación, fuera de contexto. Una joven alarmada, ¨casi gritando¨, diría: ¨Tú crees que yo soy una vieja¨, ¨Estamos en tiempos modernos¨ ¨Que dirán mis amigos…¨, ¨Se van a reír de mi¨

Corrientes sociales opuestas a los principios morales y a la fe cristiana, propaganda dañina, y mensajes negativos, saturan la mente de la juventud actual.  ¡Qué lamentable!

Si por algo en esta vida se debe tener respeto, es por la sabiduría que tiene una persona por la experiencia y los años que ha vivido.

Creer que los tiempos modernos son mejores que los pasados, es un gran engaño. Ninguna época es mejor que otra. Todas tienen su sabiduría… y también su parte negativa. Ningún tiempo ¨moderno o actual¨ logra desarrollo en el campo científico y tecnológico, si no toma en cuenta los conocimientos de los tiempos pasados.

 Para prosperar y llevar una vida mejor, siempre se deben aplicar las enseñanzas positivas de los antepasados, no rechazarlas ni menospreciarlas.

El Covid-19 ha demostrado que la humanidad con todo su dinero y progreso tecnológico es frágil y que además, se le debe dar valor a la enseñanza de los antiguos maestros y abuelos.

Lavarse las manos, taparse la boca para toser o estornudar, no hablar cerca de la gente, no estar aglomerado, fueron las enseñanzas diarias de los abuelos y maestros que quedaron en el baúl de los recuerdos… y que ahora estos consejos nos ayudan a ganar la batalla contra el Covid-19.

 

Por: Eric Aragón